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viernes, 1 de mayo de 2015

Jardines Verticales



Las bondades de los jardines verticales.

Las grandes ciudades pobladas, en general, se caracterizan por la falta de áreas verdes necesarias para la cantidad de personas que las habitan.

Conforme a un documento de la Dirección General de Bosques Urbanos y Educación Ambiental del Distrito Federal, el estándar internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una superficie de áreas verdes urbanas públicas de nueve metros cuadrados por habitante. En la Ciudad de México, por ejemplo, la proporción es de solo 5.3 metros cuadrados.




De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 54% de la población a nivel mundial vive en zonas urbanas y se prevé que para 2050 este porcentaje incremente a 66 por ciento.


 “Está claro que, en las ciudades más que en cualquier otro lugar, existe un déficit de áreas verdes que de alguna manera podría subsanarse con los sistemas de naturación”, señaló el maestro en Ciencias Jorge Escutia, investigador asociado al proyecto sobre el diseño de un sistema modular de muros verdes monumentales de la empresa Generación Verde, el cual es financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).



Si la necesidad ha originado la construcción de edificaciones donde quizá antes había una zona verde, la naturación constituye una buena alternativa y un beneficio para la población, en virtud de que las ciudades cada vez tienen menos posibilidades de contar con áreas verdes las cuales, además de ofrecer un servicio estético, brindan bienestar, comentó el especialista.
 
¿Qué es la naturación?

De acuerdo a  una publicación de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), la naturación urbana es la tarea de “incorporar vegetación al medio urbano con el objetivo de amortiguar el desequilibrio entre la urbanización y la conservación del medio ambiente”.

De acuerdo con el ingeniero Ulises Martínez Gilbón, director general de la empresa Generación Verde identificada también con el nombre de Naturación Integral–, los urbanistas, quienes trabajan la arquitectura del paisaje, son quienes comenzaron a utilizar el término naturación, que es “dotar o incorporar de vegetación al espacio construido, o colocar vegetación donde antes no la había, en un espacio urbano”.

La compañía a cargo de Martínez Gilbón incorpora diferentes aspectos de la naturación como azoteas verdes, muros verdes y jardinería.  

La Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-013-RNAT-2007 establece las especificaciones técnicas para la instalación de sistemas de naturación horizontal (azoteas verdes) en la Ciudad de México.

Aunque los muros y las azoteas verdes son ligeras comparadas a una naturación tradicional, como las macetas que tienen mucho peso, si no se utilizan los materiales adecuados y no lo hacen personas con conocimiento, se puede dañar el inmueble.

“Se recomienda que la instalación de sistemas de naturación se realice bajo la supervisión de especialistas, quienes consideran aspectos arquitectónicos con la intención de preservar la estructura del inmueble. En la actualidad, los proyectos de edificación ya incluyen requerimientos para una azotea verde o un jardín vertical. Así, las obras modernas ahora se calculan con mayor tolerancia de peso”, puntualizó Martínez Gilbón.

Instalación de un muro verde
“Al tener una superficie permeable y absorbente con la utilización de sustratos, el desahogo de agua a la red hidráulica se retrasa. En ciudades donde predomina el concreto existe una saturación del drenaje sobre todo cuando llueve, debido a la falta de áreas permeables capaces de absorber el agua de la lluvia. En este sentido, la incorporación de azoteas verdes resulta positiva gracias a la absorción del agua de lluvia a través de los sustratos y la cobertura con vegetación, así la saturación se reduce”, explicó.


Otra ventaja de las azoteas verdes tiene que ver con el gasto que generan las impermeabilizaciones. La instalación de una azotea verde puede pagarse con la inversión de 20 años en impermeabilización, aunado a la creación de un lugar agradable para el usuario. 






 Proyecto CONACYT

Paralelamente, derivado del proyecto, se realizó una vinculación para incorporar estudios del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Colegio de Postgraduados (Colpos), con la participación de la doctora Alma Orozco por parte de la UNAM y el doctor Abel Quevedo del Colpos.
 
Con contribución del Conacyt, la empresa Generación Verde desarrolló un sistema modular de jardín vertical para enviar y ensamblar en otras ciudades del país que han solicitado este tipo de naturación.

Después de una búsqueda sobre el estado del arte de naturación modular y cómo se comporta mundialmente, se definió la estrategia: se analizaron los materiales, la funcionalidad, el sistema de riego continuo y acumulación de agua para poder hacer un producto cuyo principal objetivo es la supervivencia vegetal, expresó el director general de dicha compañía mexicana.

 
Sistema modular
 
En ese sentido, se hizo un estudio tecnológico y un análisis comparativo con otras empresas y sistemas. Además, se solicitó el registro de este modelo de utilidad y de marcas comerciales ante elInstituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), para empezar a comercializar el producto.   

 
Costos y mantenimiento

El precio de un muro vertical o una azotea verde depende del área a cubrir: mientras más grande, se reduce el costo.

Respecto al mantenimiento, un muro verde debe conservarse bien durante seis meses posteriores a la instalación. Transcurrido este tiempo, el costo de mantenimiento es de mil pesos dependiendo del tamaño, cuántos días y número de personas se requieren para hacerlo.

Ahora bien, dicho mantenimiento depende del tipo de planta, porque algunas crecen más rápido que otras. Hay proyectos que quizá pasan hasta ocho meses o un año, y el jardín está muy bien.

“Como todo ser vivo se requiere agua, nutrientes y luz, básicamente; mientras tenga esas condiciones, el jardín podrá conservarse en estado óptimo. Los materiales que se utilizan son de alta durabilidad, perduran entre 10, 15 o hasta 20 años”, manifestó Martínez Gilbón.

En el caso de plagas, no se puede ser inmune a estas y si no se atienden pronto, dos semanas llegan a ser suficientes para la mortandad del jardín. “Para el control de plagas estamos buscando utilizar productos orgánicos certificados, a fin de no usar fertilizantes o insecticidas químicos”, concluyó el maestro Jorge Escutia.



Bibliografía

Cacho, Y. (2015). "Las bondades de los jardines verticales". Mayo 01, 2015, de CONACYT Sitio web: http://www.conacytprensa.mx/index.php/ciencia/mundo-vivo/1300-la-bondad-de-los-jardines-verticales?utm_source=newsletter_424&utm_medium=email&utm_campaign=conacyt-newsletter-16-2015